Performance


Concepto e Historia

El Arte Performance es una forma de expresión libre y surge como una alternativa más de manifestarse en el Arte. Esta disciplina nace oficialmente en 1916 a la par con el movimiento Dadaista bajo el nombre de Arte Conceptual. Éste es liderado en un principio por Triztan Tzara, uno de los fundadores de la corriente DADA. El Cabaret Voltaire (Suiza 1916) albergo las primeras acciones performance de los dadaistas, los cuales hacian presentaciones en las que mezclaban la poesía, El Arte Plástico, la música y Acciones Repetitivas que en su contenido total formaban un concepto. Esta nueva tendencia surge a raiz de la primera guerra mundial, los paises fríos y que participaron en la misma, orillan a la sociedad a tratar de encontrar una nueva forma de manifestarse en contra de las orgias de carne que dejan como restos las guerras. El ambiente Bélico, las acciones violentas o que simplemente acciones que despiertan en el ser humano una reacción ante lo que perciben, es una de las caracteristicas mas importantes del Performance: Interactuar con el espectador a través de acciones que hagan que el público sea parte de la Obra Artística.

Más adelante en el tiempo surgieron otras formas de expresión que ahora se pueden relacionar con el performance, como son El fluxus, el happening, el body Art; pero fue hasta la decada de los sesentas que se empezo a hablar de la performance como un termino que definia las acciones gesuales, teatrales, corporales,etc que tenian por objetivo interactuar con el espectador y despertar en el una reacción. Fue en la misma decada cuando los Neo dadaistas y el arte pop le daban la dirección al Arte Vanguardista de ese tiempo. El Performance una Materia de estudio completa.

Personalmente puedo definir el performance como un medio de expresión alternativo, que tiene como objetivo obtener una reacción del espectador a través de acciones de un detonador, el cual puede ser un humano y al mismo tiempo utilizar otros medios como la fotografía, el video, la pintura, la música; para lograr un momento de extasis artístico. Esto ultimo se refiere a que en toda obra artistica, para ser tomada como tal, debe existir ese momento en que, el ser humano por naturaleza "siente" a través de:


1) La percepción con sus sentidos (vista, tacto, oido, olfato, gusto)
2) Su razonamiento (entendimiento, recuerdos, relatividad, critica, etc)
3) Interacción con las emociones propias (trizteza, felicidad, espectación, interes)
4) Reacción (sorpresa, fastidio, enojo, felicidad, alteracion nerviosa, etc)
5) Interacción y expresion del espectador (gritos, risas, comentarios, movimientos corporales, etc)

Estos cinco puntos nos pueden ayudar a comprender que el performance mas alla del "arte", que tiene que ver con otras materias de estudio como son, la psicología, la sociología, . Por consiguiente la Performance puede llegar a ser una materia de estudio, no solo a través de Su historia o comprensión, sino como una técnica de creación que reune todas las disciplinas de Arte tradicional(las artes visuales, La Musica, El arte escénico y la literatura) y con materias de estudio social y mental; es decir, el performance es una materia completa, es el arte en su maxima expresión, un medio que salva consciencias por medio de la conscientización a través de situaciones hasta cierto punto absurdas o surealistas que despiertan otros estados metales en la consciencia del espectador y que estan ligadas directamente a la sociedad en la que vivimos. Por ejemplo: una persona le corta la cabeza a una gallina frente a un público, los espectadores por consiguiente reaccionaran con desagrado, en teoria... otros se iran inmediatamente debido a su moral, otros por morbo se quedaran a ver la acción de la gallina corriendo de un lado a otro sin cabeza. La asociación protectora de animales alegaría que eso es una forma inhumana de utilizar a un animal para su exibición, pero de la misma forma los matan en la industria comestible dejandolos desangrar, asi que, en cierta forma habria una justificación, y tiene que ver con el concepto que se le quiera dar a esa acción. Es como la guerra, si esta es para proteger al mundo de armas nucleares, es justificada y la acción de matar a miles de inocentes es aceptada por la sociedad, si en su juicio y razonamiento eso es lo correcto, es simplemente tener un argumento moralista en el caso de la guerra y en el caso de la gallina un concepto. El performance o el arte en general, no se trata de convencer al espectador, el objetivo es obtener una reacción, no importa en que escala se encuentre la reacción ya sea positiva o negativa, esta debe existir por naturaleza. El concepto le da dirección a la interpretación y entendimiento del espectador frente a la obra, segun lo que desea expresar el exponente, pero en realidad el espectador casi siempre le da su propia interpretación al Arte.

La problemática del performance, es que al igual que el ejemplo de la cabeza de gallina, la reacción de los artistas tradicionales frente al arte de acción es de rechazo y por consiguente la performance no es tomada actualmente como una disciplina de Arte, pero existen los que quieren ver mas alla de una gallina corriendo y es por eso que el performance sigue vigente a la par con la tecnología y nuevas ideas. Esto mismo sucedio con Duchamp y sus obras dadaistas relacionadas con orinatorios y ruedas de bicicleta, de una manera despectiva fueron vistas como obras independientes del arte, como obras que no son arte. Es facil pensar que en el futuro el Arte de la mayoria de las galerias van a dejar de ser espacios solo de escultura, pintura o fotografía, o que los teatros no solo van a exponer Opera, Teatro y Danza, o que los foros musicales no se limiten al Rock y sus fusiones mas recientes. Asi como han surgido movimientos artisticos post-guerra, pueden surgir otros, en el presente el Arte Digital aun esta limitado al mundo Virtual, es decir, galerias de internet. este es un ejemplo de que si la tecnoligía lo permite en un futuro no muy lejano veremos museos y galerias de realidad virtual, dentro de un espacio fisico, y esto dará pauta a nuevas tendencias.

Extractado de www. geocities.com

Cine Independiente

A fines de la primera década del siglo veinte, la producción cinematográfica estaba dominada por la Motion Pictures Patents Company (M.P.P.C.); encabezada por Edison y que incluía a la Biograph, la Vitagraph, la Essanay y a los franceses Pathé y Mélies, entre otros. A través de la MPPC, el "mago de Menlo Park" tenía el monopolio del naciente negocio cinematográfico: los productores tenían que pagar un impuesto de medio centavo por cada centímetro de película impresionada, los distribuidores necesitaban contar con una licencia por la cual tenían que abonar 5.000 dólares al año, entre muchas otras imposiciones. Aquellos que no cumplían, eran perseguidos de manera intensa, para lo cual Edison contaba con un grupo numeroso de investigadores privados, abogados y funcionarios.

Frente a esta situación, un grupo de exhibidores y productores decidieron no acatar las duras condiciones impuestas por la MPPC y se agruparon creando sus propias organizaciones: la Independent Motion Picture Distributing and Sales y la Greater New York Film Company. Se denominaban a sí mismos Independientes (Edison los llamaba despectivamente "outlaws" – ilegales -). Entre los integrantes de este grupo se encontraban Adolph Zukor (quien fundará la Paramount); Carl Laemmle (quien hará lo propio con la Universal); Wilhelm Fuchs, más conocido como William Fox (fundador de la Fox); los hermanos Warner (Warner Bros.); y Marcus Loew quien se unirá con Samuel Goldfish (Samuel Goldwyn) para dar nacimiento a la Metro-Goldwyn-Mayer.

Con el transcurso de los años, los ahora conocidos como cineastas independientes se enfrentan a las esquematizadas condiciones de producción que establecieron los independientes de antaño. Todo lo que se filma fuera del ámbito de los estudios, es referido como independiente. Esta definición a contrario sensu, potenció hasta límites impensables su utilización, sobrepasando las fronteras de Norteamérica hasta ser aplicados a determinados films producidos en países donde no existe una industria cinematográfica propiamente dicha.

A continuación, trataremos de develar el sentido – o los sentidos – de este término utilizado hasta el cansancio, pero pocas veces analizado.

La utilización indiscriminada

En el número 94 de la revista El Amante Cine, la portada celebraba: "La explosión del cine independiente", frase acompañada por las fotografías de una veintena de realizadores. Mirando detenidamente cada uno de los rostros, uno no puede dejar de preguntarse a qué se estaban refiriendo al englobarlos a todos bajo el rótulo de "independientes". Hay viejos (Manoel de Oliveira) y jóvenes (Doris Dörrie, Julio Medem); europeos (Theo Angelopoulos, Robert Guediguian, Nanni Moretti), norteamericanos, japoneses (Shohei Imamura y Takeshi Kitano), iraníes (Abbas Kiarostami y Samira Majmalbaf), rusos (Alexander Sokurov) y latinoamericanos (Marco Bechis, Martín Rejtman y Arturo Ripstein). Veteranos realizadores que formaron parte de la mítica Nouvelle Vague (Alain Resnais y Eric Röhmer) y debutantes (Darren Aronofsky, Samira Majmalbaf y el argentino Pablo Trapero). Hay "dogmáticos" (Thomas Vinterberg) e "independientes americanos" (Todd Haynes y el ya mencionado Aronofsky). ¿Dónde radica la independencia de estos directores? ¿En las condiciones de producción? ¿En los temas que tratan sus films? ¿O se trata simplemente de una estrategia de mercado? Vayamos por partes.

En un principio fue… el cine clase B

Con la intención de atraer más público a las salas – la gran depresión golpeó en forma considerable la concurrencia a las salas -, los estudios propusieron presentar un doble programa. Así nacieron las películas clase B, que eran realizadas con muy bajos presupuestos, con un rodaje muy breve (algunas en sólo unos días), con actores prácticamente desconocidos (o estrellas en decadencia) y con una duración que oscilaba entre los 80 y los 90 minutos.

La ínfima inversión que representaba para los estudios la producción de estas películas, permitió que muchos realizadores y productores desafiaran e innovaran en muchos aspectos cuestiones que eran imposibles de desarrollar en una producción clase A, desde cuestiones estrictamente estilísticas hasta el desarrollo de diversos temas "prohibidos" o "moralmente ambiguos", impensables en un producto clase A.

Esta "libertad" llevó a que muchos vieran los orígenes del cine independiente en aquellas producciones. Porque si bien eran films que se realizaban dentro del sistema de estudios, los bajos presupuestos y la poca importancia que le daban los ejecutivos del estudio, posibilitaban la experimentación, el riesgo, la osadía y la referencia a temas "tabú", cuestiones que escaseaban en las mayores producciones de los estudios.

Algunos de los realizadores que se destacaron en este tipo de films son Joseph H. Lewis, Edgar Ulmer, Jacques Tourner y el genial Samuel Fuller (¿alguien duda de que fue un verdadero cineasta independiente?).

Uno de los precursores en el terreno del cine independiente, sin lugar a dudas, es Orson Welles. Más allá de su primer trabajo, llevado a cabo en unas condiciones únicas e irrepetibles dentro de la industria cinematográfica hollywoodense, Welles a lo largo de su extensa trayectoria, nunca claudicó ante los condicionamientos que quisieron imponerle a su labor creativa. Aunque, el costo que haya tenido que pagar haya sido tan alto. Como sostiene Jonathan Rosenbaum "Welles fue un independiente que financió sus propias películas cuando y cómo pudo".

Pero cuando se habla de cineastas independientes, uno de los primeros nombres en aparecer es el de John Cassavetes. Este director buscó financiamiento de las formas más variadas: Shadows fue "producida" por dos mil oyentes del programa de radio Night People Story (cada radioescucha aportó un dólar). "La obra de John Cassavetes alcanzaría para demoler cualquier suposición de que las restricciones, en el cine americano, terminan imponiéndose a la visión personal. Su trayectoria define una oscilación de la que siempre salió indemne, al punto de constituirse en el único faro que – de cuatro décadas a esta parte – ha iluminado tan irrefutablemente a los grandes cineastas contemporáneos del mundo, de Scorsese a Rivette, de Bogdanovich a Woody Allen o Van Sant, de Altman al propio Godard, que le dedicó dos películas"

Costos & Temas

Una de las características del cine independiente está representada por sus fuentes de financiación. De ahí parte su independencia: poder filmar sin caer dentro de los rígidos esquemas del sistema de estudios. Este rasgo, nos permite acotar la aplicación del término a determinadas producciones que se realizan dentro de los Estados Unidos, porque en la mayoría de los países del mundo, no existe una industria cinematográfica tan desarrollada como en norteamérica.

En dicha cinematografía la ecuación parecería ser la siguiente: a mayor relación con un estudio, menor independencia. Pero esta definición por contraposición (todo lo que no se filma en Hollywood es independiente), trae aparejado el riesgo de la generalización.

Asimismo, deja afuera la posibilidad de filmar con independencia dentro del sistema. El caso más paradigmático sería El Ciudadano, "un largometraje independiente que utilizó los recursos de Hollywood. Esta posición no niega la importancia de todos aquellos (actores u otros participantes) que colaboraron en El Ciudadano, pero hace hincapié en la cuestión de quién tiene la última palabra en cualquier producción". Pero también cabe pensar en Scorsese, Woody Allen, los hermanos Coen, entre otros.

El origen del financiamiento de un film – no su bajo costo -, debe ser coordinado con el otro rasgo característico del cine independiente: sus historias.

El cine independiente se ha caracterizado por abordar una serie de temas que el cine mainstream no tuvo en miras: los homosexuales, las drogas, la prostitución, la mentira del sueño americano, la decadencia de la familia, etc. Aunque debemos aceptar, que con el desarrollo del proceso de fagocitación por parte de la gran industria de los cineastas independientes, dichos temas han arribado a las producciones más importantes de los estudios.

Como sostiene Karen Schwartzmann del Independent Feature Project, el cine independiente "permanece como idea de un cine más crítico o experimental, o que representa sectores sociales ausentes de la producción estándar".

En cuanto a la estética del cine independiente, abarca diferentes formatos e ideas. Desde el blanco y negro, fotografía sucia, colores brillantes, etc.; forman parte de este abanico tan extenso. No es posible dar una regla general para determinar que podemos denominar como un film independiente y cual no. Pero más allá de las características anteriormente mencionadas, el cineasta independiente tiene que poseer una visión artística propia, que le lleve a ser libre en el proceso creativo. Como sostiene Johnatan Rosenbaum, "un cineasta independiente es alguien que tiene el control final sobre su trabajo", lo que le garantizará mantener indemne su obra.

En el año 1981 comenzó a funcionar el Sundance Institute, proyecto encabezado por el veterano actor Robert Redford, "una especie de escuela de cine que realizaba seminarios cortos y reuniones de productores, directores y guionistas". La idea era apoyar a jovenes realizadores independientes mediante el contacto con experimentados integrantes de la "industria".

En 1984, el Sundance comenzó a realizar el – ya mítico – Sundance Film Festival, donde los cineastas independientes se reúnen año tras año a presentar sus producciones (las películas no tienen que tener exhibición previa en los Estados Unidos para ser aceptadas). "No busco apoyar a los independientes para confrontarlos con los estudios", sostiene Redford, "lo que busco es apoyar una visión personal del realizador". No sabemos si Redford ha logrado sus objetivos, pero Sundance se ha transformado en un trampolín para que los realizadores independientes terminen trabajando en Hollywood, dejando de lado sus inquietudes artísticas, trabajando dentro de la maquinaria de los estudios. "Para los cineastas independientes, "tener éxito" en Sundance significa casi invariablemente vender sus películas a los estudios (lo que significa en la mayoría de los casos perder el control, incluido el corte final). Ergo, tener éxito en la meca del cine independiente es perder la independencia", sostiene Jonathan Rosenbaum.

Si bien el Sundance, abrió las puertas a realizadores de la importancia de los hermanos Coen, Steven Soderbergh, Kevin Smith y Richard Linklatter, entre otros; actualmente es el lugar de concurrencia obligatoria para mega estrellas cool y para los "cazadores de talentos" de los estudios: Miramax y October. Dichas empresas "independientes" lucran incansablemente amparadas por las buenas intenciones del viejo Robert.

El caso argentino

La aparición de Pizza, Birra, Faso en el Festival de Cine de Mar del Plata en noviembre de 1997, abrió – sin lugar a dudas – una nueva etapa en el cine nacional. La renovación se produjó abarcando diversos aspectos, tanto cuestiones temáticas como formales. A este nueva generación de realizadores, algunos los agruparon bajo el genérico de Cine Argentino Independiente.

Al no existir en nuestro país una industria cinematográfica desarrollada, cabe preguntarse qué significa hablar de independencia en el cine nativo. Considero que aquellos que llaman al nuevo cine nacional, "independiente" apuntan al concepto que considera a lo "independiente" como un cine "joven, libre, artísico, innovador". Pero coincidimos con Fernando Martín Peña cuando afirma: "reprimo la tentación de usar la palabra independiente, que en los últimos años ha sido manoseada hasta la pérdida de sentido".

Igualmente, cabe destacar que si bien en nuestro país no existe un sistema de estudios como el norteamericano con el cual enfrentarse para proclamar la independencia de determinada obra, dicho lugar podría ser ocupado por la televisión, que en los últimos tiempos parece acercarse a los nuevos realizadores. La última película de Pablo Trapero (El Bonaerense) contó con la colaboración (cuando el film ya estaba terminado) de Pol-ka, la productora de Adrián Suar; así como también la serie realizada por Adrián Caetano (Tumberos) es producida por Ideas del Sur (de Marcelo Tinelli). Sólo el tiempo determinará si se trató de sociedades eventuales o si definitivamente la televisión se apropió de los códigos de este nuevo cine, transformando en estereotipo lo que surgió como una renovación.

No podemos negar que calificar a un film como "independiente" se ha transformado en una estrategia de mercado como el "star system". El Festival de Sundance, los temas comprometidos, las super estrellas que renuncian a sus millonarios cachets para participar de la última película del indie de moda, se han transformado en una marca registrada, transformando al cine independiente en un nuevo "género".

"Me gustaría que las películas que se definen como independientes fueran independientes en sus ideas, en sus conceptos, no simplemente en sus fuentes de financiación fuera de los estudios. Pero además resulta que hoy casi todas las compañías independientes son propiedad de un estudio. Lo de "independiente" termina siendo un argumento de ventas y una moda, y la estética de las películas sufre por esa tendencia. En general, se diferencian muy poco del mainstream. Hubo excepciones, como Stranger than paradise de Jarmush o las primera películas de Spike Lee, interesantes y resistentes a las estéticas del Hollywood clásico. Pero el éxito del cine independiente mató los riesgos", sostiene el realizador Todd Haynes.

Si bien compartimos lo afirmado por Haynes, creemos que las excepciones son más numerosas que las que nombra. Mientras sigan existiendo los realizadores como los hermanos Coen, Richard Linklater, Jim Jarmush, David Lynch, el propio Haynes, John Waters, Abel Ferrara, John Sayles, etc.; podremos seguir celebrando la existencia de un cine independiente. Así como somos defensores de un cine honesto, inteligente, ajeno al que se consume indiscriminadamente en un megaplex (junto a bebidas y alimentos varios), creemos importante sostener y afirmar la existencia de un cine independiente.

Extractado de www.canaltrans.com

Tiempos Modernos


Dirigida por Charles Chaplin (1889-1968) es un largometraje que bien podría definirse como un documento de una época (la depresión) por el retrato que el director hace de la sociedad del momento. Pero, por el tratamiento tragicómico que impera en el film, tan propio del autor, presenciamos no sólo un espejo de la vida de los años 30, sino también la ideología de un autor comprometido con el mundo que le rodeaba.

Esta década, la que prosiguió al llamado "jueves negro", fue llamada la Gran Depresión Norteamericana (y mundial, por extensión ), debido a la terrible crisis que provocó el "crack" a todos los niveles (económico, social, político...): En 1932 el 25% de la sociedad activa estaba en paro y quebraron numerosas empresas. En general hubo una crisis fortísima que afectó sobre todo a las capas más bajas de la sociedad (campesinos, obreros y empleados). Las condiciones de vida eran lamentables. De ciertas condiciones y derechos que habían conseguido los trabajadores en la década anterior (los felices años 20), se perdieron de golpe muchas atribuciones. Y estos sucesos desencadenaron una grave crisis social. Porque la población perdió la esperanza, las calles estaban llenas de desolación. No había trabajo, y el que tenía la suerte de tenerlo era en condiciones infrahumanas (con grandes sobrecargas y exceso de responsabilidad, sin prevención de riesgos laborales, con jornadas de hasta 16 horas diarias...). Un poco como los momentos que vivimos en la actualidad.

Por tanto, en aquellos momentos tan delicados, los estudios optaron por fomentar lo que se ha venido llamando la política de géneros, que consistió en fortalecer y promocionar un cine escapista que infundara un poco de optimismo en el ya decadentismo y negativismo generalizado.

Así crecieron géneros olvidados como el musical, la comedia americana, el horror, y surgieron otros como el de gansters...

Musical: The Jazz singer (Alan Crosland, 1927); Swing Time (G.Stevens, 1937).

Comedia americana: It happened one night (Capra, 1934), You can´t take it with you (Capra, 1938), Una mujer para dos (Lubitsch), Duck Soup (1933).

Gansters: Scarface , el terror del Hampa (H.Hawks, 1932), Las calles de la ciudad (R.Mamuliam, 1931), Soy un fugitivo (M. Le Roy, 1932), Callejón sin salida (W.Wyler, 1937), The Public Enemy (1931)

Fantástico-terrorífico: Drácula (Tod Browning 1931), Frankenstein (J.Whale, 1931), El hombre invisible (J.Whale, 1933), La momia (K.Freund, 1932), Freaks (Tod Browning, 1932)

Esta pérdida de valores será reflejada también por la literatura, y así, escritores comprometidos con la realidad social que se vivía en aquellos momentos, y no la que los films pretendían mostrar (existió además una corriente paralela de cine realista y crítico, como veremos) decidieron expresarla en sus novelas: J.Dos Passos, J.Steinbeck... Así, a través de esta iniciativa y contando con el apoyo de la política del New deal de Roosvelt, muchos cineastas optaron por captar la realidad política en sus films e huir del cine evasivo. Se promocionó la cinta antibélica Sin novedad en el frente (1930, L.Milestone) que, junto con Johny cogió su fusil (1971, Dalton Trumbo) y Apocalypsis Now (1976-1979) componen las tres películas más comprometidas contra la locura , el sinsentido y la crueldad de las guerras. Se criticaron las condiciones de las penitenciarías en Soy un fugitivo (M.L.Roy 1932), F.Lang realiza un alegato en contra del linchamiento popular en Furia (1936), J.Ford llevó a la pantalla la novela de Steinbeck Las uvas de la ira (1940), en la que se narraba la historia de todas las vicisitudes de una familia campesina para sobrevivir...

Pero todo adelanto en la libertad de expresión tiene su contrapartida en un retroceso (provocado por el incansable trabajo de ciertas mentes manipuladoras y retrógradas que controlan a políticos y empresarios a su antojo). Esta vez, llamado Código Hays. Esta censura se implantó en 1934 y alcanzó a cortar escenas y a veces incluso cintas enteras en pos de la "moral" sexual, social , política . Tenía como objetivo la implantación de una moral conservadora, racista, machista, que evitase cualquier atisbo de pensamiento libre. Se prohibía la más nimia crítica de la sociedad americana, del American Way of Life , porque se proponían seguir vendiendo a los demás países el mito de la sociedad de la prosperidad.

Y, por supuesto, estos cambios afectaron a Europa: En Alemania, retornaron muchos de los que antaño emigraron a USA, con nuevas técnicas que elevaron el cine alemán a la categoría de los grandes cines del momento -Stenberg realiza Der blaue Engel (1930)... Pero por muy poco tiempo, ya que la subida de Hitler al poder provocará un nuevo exilio de sus grandes maestros: F.Lang, Pabst, M.Reinhardt, M.Ophüls, P.Lorre, B.Wilder, F.Zinnemann..., que debilitará nuevamente el cine alemán... Como consecuencia, el cine alemán se quedó con los "zánganos" impulsores de la política nazi, que anularía toda creatividad en el cine germánico durante toda la década.

En Francia también se sintió la depresión norteamericana, ya que las productoras estadounidenses habían comprado la industria francesa. Pero a pesar de la "ocupación", el espíritu francés intelectual, inconformista e irreverente siguió en lucha. Así emergen figuras de la talla de J.Vigo, R.Clair, J.Renoir ...En Gran Bretaña, donde perdura (y perdurará) el cine adscrito a la realidad social, recoge y aflora el cine documental. Aglutinados por el genial Grieerson, impulsor del proyecto, surgen maestros de la talla de Flaherty (relizador de Moana, Nanook el esquimal, Hombres de Arán ...), B.Wright, A.Cavalcanti...

Volviendo a los EEUU, siempre hubo (y habrá) grandes figuras que huyen del llamado cine comercial-escapista y que se resisten a engañar al espectador. Entre estos está, por supuesto, Chaplin. La figura de este genio renacentista (escribía los guiones de sus películas, las dirigía, las producía —montó una productora junto con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W.Griffith: United Artist (1919)—, componía la música -una de ellas, la de Candilejas, mundialmente conocida y premiada con un Oscar en 1952????...) no estuvo exenta de controversia y polémica. Como él mismo vivió la penurias de la clase humilde y olvidada de la sociedad no pudo olvidar su niñez a la hora de retratar a los desfavorecidos, y esto Hollywood no se lo perdonó. Aunque permitieron (en principio) que sus largometrajes se exhibiesen debido al buen recibimiento por parte del público y al rendimiento económico que repercutía.

El personaje más famoso de Chaplin fue sin duda Charlot. Con éste gozó de un innegable éxito ya desde sus comienzos, y es debido a este fenómeno por lo que Chaplin pudo salir de la pobreza en la que estaba imbuido. El personaje del vagabundo le ha dado muchas pequeñas obras maestras: como The Kid (1931), City light (1931), Modern Times (1936), A dog´s life (1918), Pay day (1922)... Y casi todas ellas en su etapa muda (menos la última aparición de este personaje, film de transición del director de su etapa muda a la sonora: Modern Times)

l cine sonoro fue un acontecimiento muy importante dentro del séptimo arte. Pero no todo el mundo lo recibía de igual agrado. Mientras el público que presenció The jazz singer (1927) se conmovía con las primeras palabras unidas a la imagen en movimiento (el audiovisual), muchos de los genios en este arte-industria se mostraban reacios a este nuevo invento. Esto fue debido a los problemas técnicos que suponía la incorporación de sonido a la imagen y al menosprecio añadido del cine mudo (del que se sentían tan orgullosos sus artistas).

Así René Clair afirmó: «El cine hablado no es lo que nos asusta, sino el deplorable uso que nuestros industriales van a hacer de él».

En Rusia se elaboró un manifiesto encabezado por Eisenstein, Pudovkin en el que deploraban el cine sonoro por el peligro que intuían sobre la libertad creativa del montaje, que estaría sujeta ahora al sonido y no al servicio de la historia. Y Chaplin declaró que «los talkies habían asesinado al arte más antiguo del mundo, al arte de la pantomima» (Historia del cine, Román Gubern, de. Lumen 1989., pág 197)

Por tanto, fue a raíz del acontecimiento de este hito cuando pudo nacer el musical. Este género dependía de la voz, las canciones, y esto sólo fue posible con el sonoro: por ejemplo el film Broadway (1929), o el éxito que alcanzaron Fred Astaire y Ginger Rogers en la RKO con Swing Time (G.Stevens 1937)...

A pesar de la irrupción de esta revolución cinematográfica, había muchos que no sólo criticaron el cine hablado, sino que llevaron sus ideales tan lejos como pudieron. Entre ellos, Chaplin, que siguió haciendo cine mudo hasta El gran dictador (1940), su primera película enteramente hablada. Aunque hizo pequeñas concesiones: Luces de la ciudad (1931), film sincronizado, pero sin diálogos hablados. Tiempos Modernos, en el que, fiel a su postura, mantuvo mudos a los personajes principales y sólo hablaban en ciertas ocasiones los secundarios.

Sin embargo, a pesar de estas desavenencias del cine hablado con ciertas personalidades de la industria que lo denostaron, no debemos pensar que todo fue negativo, de hecho el cine sonoro trajo consigo muchas ventajas, como la irrupción del musical, al eliminar los rótulos consiguió una mayor continuidad narrativa... Aunque algunos mantuvieron su postura de antipatía ante este invento: como Chaplin, que nos recordó que el cine mudo "hablaba" en lenguaje universal, mientras el hablado (en su caso, el inglés) tenía que transcribirse a otras lenguas para su entendimiento en otros países no anglosajones.

Y así es como nació el doblaje y el subtitulado, ambas técnicas que perduran en nuestros días, con una clara supremacía del doblaje (distribuyéndose con exclusividad las películas en versión original subtituladas sólo en los cine de arte y ensayo)...

Sin embargo, este es otro tema, que tiene que ver (una vez más) con la industria cinematográfica (que para rentabilizar su dinero invertido ofrece la comodidad que el mismo espectador poco exigente reclama) y no con la parte artística del cine.

Esta época, en la que se insertan tantos cambios en el cinematógrafo, viene acompañada, o más bien influenciada por los grandes cambios político-sociales. En 1929, se produce el crack en la bolsa de Nueva York. Aquel fatídico "jueves negro" traería como consecuencias (como ya he comentado con anterioridad) una grave crisis económica y social que no se remontaría hasta bien entrada la década de los 40. Y no sólo sufrieron la crisis EEUU, sino que todos los continentes, dependientes de la gran potencia mundial que fue (y sigue siendo, por desgracia) USA, se hundieron con ella.

La década de los 30, fueron, por tanto, la que se ha venido llamando como la Gran Depresión, por el grandísimo alcance crítico que tuvo. Y Chaplin quiso plasmar aquellos acontecimientos en una película.

Por su retrato reivindicativo de las penurias de la sociedad capitalista fue tachado de comunista. Pero esto no es del todo exacto, y él mismo lo rebatirá (aún no se sabe si fue por miedo a los efectos que le acarrearía o si realmente fue sincero al revelarnos sus propósitos): no fue sino un humanista al que siempre le importó el hombre (como individuo y como género). Así que él mismo repetía: esta película no es sino una historia más de su personaje Charlot, el vagabundo, en las condiciones de 1935.

Comienza el film con el vagabundo trabajando en una fábrica en unas condiciones infrahumanas. Se supone que la película es una comedia, pero se respira un ambiente agridulce, que si no fuera por ciertas escenas cómicas (que Chaplin sabía hacer como nadie), estaríamos ante un drama social (que no político). Porque, a pesar de lo que se le ha teñido a Chaplin de rojo, este no es un film propagandístico, sino social , y es precisamente el final de la película lo que nos da pie a asegurarlo. Mientras la gran mayoría de las películas militantes tienen como moraleja la "insurrección", la "revolución", la "lucha", este film culmina con una cierta adaptación a este medio hostil.

Nos deja un cierto gusto optimista (no sabemos si fue porque se autocensuró el autor, o si realmente, nos presenta su propia opinión) proveniente de la desaparición de uno de los problemas de la época: la soledad. Charlot ya no está sólo en la lucha por la supervivencia, sino que tiene una compañera, y esta parece ser la única esperanza que nos propone. Pero si analizamos más este final, también podemos percatarnos de una cierta melancolía en el género humano, porque sabiendo lo difícil que es cambiar las condiciones políticas (ya que necesitamos la unión de todos los desfavorecidos) no nos queda otro refugio que cambiar nuestra vida privada: y esta es una conclusión verdaderamente triste (y conservadora).

Charlot empieza, pues, trabajando en una industria de obrero. Las condiciones son penosas: tanto físicas (trabajo continuo durante horas, poco remunerado), como psicológicas (el hombre es tratado como una máquina más en la producción, el trabajo en sí no tiene ningún incentivo, y son tratados de forma vejatoria). Hay en esta parte de la película numerosos gags como el que le pica y al arrascarse provoca la distorsión de la cadena, y otro en el que inventan una máquina para comer, para intentar conseguir el mayor beneficio (ya que la hora de la comida disminuye el rendimiento total).

Trata, en fin, con humor, la vida lamentable de los obreros en las fábricas (la de los trabajadores en los años 30, pero también la de los de ahora, porque por desgracia las condiciones no han cambiado). Por eso está de actualidad este clásico (aunque nunca estuvo anticuado), porque vivimos una época parecida (corrupción política, paro, pobreza, desesperanza en el futuro..., aunque salvando una única diferencia: la fase del capitalismo que presentan una y otra década).

Mientras en los años 30 estaba en los inicios (la emigración a las ciudades de numerosos campesinos que tuvieron que cambiar de oficio a meros obreros de una cadena de montaje y fabricación ...), en la actualidad el tremendo paro (sobre todo entre las mujeres) ha traído consigo una grave crisis social (porque la sociedad ha cambiado, los hijos de la sociedad del bienestar de los años 80- en España-que han podido acceder a la cultura, ven como sus deseos están frustrados porque el capitalismo no necesita ideólogos, ni humanistas, ni abogados, ni médicos, ni ingenieros....tan sólo necesita mano de obra barata para que produzca material a consumir).

Y ese capitalismo se encargó de inducirnos y hacernos crecer en el consumismo para que la máquina como-hombres no perezca. Somos los que nos matamos para conseguir un trabajo muy por debajo de nuestra cualificación, para luego malgastarlo en la propia empresa devastadora de ilusiones.

Volviendo a la cinta, Charlot, a causa de ese trabajo continuo e inhumano, le da un ataque de locura y le tienen que ingresar en un manicomio. Al poco tiempo sale a la calle y se encuentra (una vez curado del ataque de nervios), sin empleo y sin un lugar donde vivir ni nadie a quien acudir. Quizás sea esto por lo que, recordando esta situación en el futuro, sepa valorar la alegría que da tener alguien al lado e intentar superar juntos los problemas.

La intención final era más bien no sólo contra el capitalismo, sino también contra el stajanovismo —más tarde haría otro film contra otro sistema político que aborrecía: el nazismo en El Gran Dictador (1940)—. Bazin recoge varias opiniones sobre Tiempos modernos considerada por él (y luego por la llamada Nouvelle Vague como una obra maestra): «lo es todo menos un film de tesis, y si Chaplin se declara abiertamente de parte del hombre, contra la sociedad y sus máquinas, su afirmación no se sitúa sobre el plano contingente de la política o de la sociología, sino sólo de la moral [...] no es comunismo , sino que habla del proletariado porque es también víctima de la sociedad. [...] Pero el fin completo debe más bien ser considerado como una transposición de ese conflicto del hombre con las cosas que ha creado, sirviéndose de la máquina, al nivel de la historia y de la sociedad.» (Charlie Chaplin; Bazin& Rohmer De Orig. Éditions du Cerf, París 1972, de. Castellana: Fernando Torres de., Valencia 1974. Trad, Xavier Aleixandre; pág 32-34)

Charlot es una víctima de la sociedad, y, en otro de los momentos más dramáticos en el que se declina por delinquir porque en la cárcel al menos no pasa hambre, es de una desolación tal que demuestra la crítica acérrima de Chaplin ante la pobreza absoluta. También en otra escena en la que se ve enfrascado en una manifestación y es confundido con el que la lidera tras ser sorprendido sacudiendo un pañuelo rojo..

Más tarde conoce a otra vagabunda con la que compartirá sus casi siempre desgracias y algunas alegrías. Esta está interpretada por la que será su compañera dentro y fuera del rodaje: Paulette Goddard. Con ella vive el hambre, la espera de ella cuando él regresa a la cárcel, el trabajo de él como guarda de seguridad en unos grandes almacenes, el empleo en un garito de espectáculos....

Este es el último trabajo que tiene en el film, ya que deben huir porque ella ha sido identificada como la huérfana que huyo unos meses antes cuando iba a ser recluida en un orfanato. No sin antes mostrarnos las dotes de bailarina de P.Goddard y la burla que hace Chaplin al sonoro en la canción antes mencionada Titina (que es una versión muy personal —en la que mezcla varios idiomas— que hace Chaplin sobre una canción francesa de Leo Daniderff titulada "Le cherche apres Titine". Aquí Charlot, olvidando la letra asignada a su canción, se inventa improvisando un galimatías compuesto por varias palabras en varios idiomas, que apasiona al público a pesar de no entender la letra.

Y llegamos al final de la historia, marcado por un tremendo humanismo: por una carretera se ven marchando juntos a Charlot y a la huérfana en busca de un futuro mejor. Ella, en un momento de debilidad, entra en desesperación, pero él la anima a continuar con esperanza...La vida ya no será tan difícil si se tienen el uno al otro para superar las gibas que se les vayan presentando.