Afrodita


En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor, el sexo y la belleza. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones legítimas e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Sus atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura.

Culto
El epíteto Afrodita Acidalia fue ocasionalmente añadido a su nombre, por la fuente que usaba para bañarse, situada en Beocia (Virgilio I, 720). También era llamada Cipris o Cipria (Kypris) y Citerea (Cytherea) por sus presuntos lugares de nacimiento en Chipre y Citera, respectivamente. La isla de Citera era un importante centro de su culto. Fue asociada con Hesperia y era frecuentemente acompañada por las Oréades, las ninfas de las montañas.

Afrodita tenía sus propios festivales, las Afrodisias, que se celebraban por toda Grecia pero particularmente en Atenas y Corinto. En Corinto, las relaciones sexuales con sus sacerdotisas eran consideradas un método de adoración a Afrodita.

Afrodita estaba asociada y era con frecuencia representada con delfines, palomas, cisnes y los árboles de granadas y limas.

Su equivalente romana es Venus. Sus homólogas eran Ishtar en la mitología mesopotámica, Ashtart (Astarté en griego canónico) en la sirio-palestina y Turan en la etrusca.

Venus es llamada con frecuencia con el epíteto Venus Ericina ("del brezo") por el monte Erice (Sicilia), uno de los centros de su culto.

Nacimiento
La "surgida de la espuma" Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Pafos (Chipre) después de que Cronos cortase los genitales a Urano, su padre, y la sangre y el semen de éste cayese al mar. Así, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. En La Ilíada (libro V) aparece otra versión sobre su origen, según la cual era considerada hija de Dione, quien era la diosa oracular original ("Dione" significa simplemente "la diosa", siendo etimológicamente equivalente a "Diana") en Dodona. Según Homero Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su favorito Eneas, fue herida por Diomedes y volvió con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. "Dione" parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo. Tras esta historia, Afrodita misma fue llamada a veces "Dione". Una vez que Zeus hubo usurpado el oráculo robledo de Dodona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.

El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, cerca de la costa siria, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.

Platón consideraba que Afrodita tenía dos manifestaciones, reflejando ambas historias: Afrodita Urania ("del cielo"), y Afrodita Pandemos (común, "del pueblo"). Según Platón estas dos manifestaciones representaban su papel en la homosexualidad y la heterosexualidad, respectivamente (siendo la primera más divina para Platón).

Alternativamente, Afrodita era una hija de Talasa (pues había nacido del Mar) y Zeus.

Vida adulta
Matrimonio con Hefestos
Debido a su inmensa belleza, Zeus tenía miedo de que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello la casó con Hefestos, el severo y malhumorado dios de la herrería. Hefestos estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres. La infelicidad de Afrodita con su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros, normalmente Ares (con quien engendró a Eros y Anteros), pero también con Dioniso, Hermes y Poseidón. Y no sólo se contentaba con el amor de los dioses: también sucumbieron a ella muchos mortales humanos. De su unión con el troyano Anquises nació Eneas, y amó apasionadamente a Adonis.

Una vez Hefestos atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos, algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefestos no los liberó hasta que prometieran terminar su romance, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.

Afrodita y Psique
Afrodita estaba celosa de la belleza de una mujer mortal llamada Psique. Pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase del hombre más feo del mundo. Eros accedió pero terminó enamorándose él mismo de Psique, o puede que se pinchase con una flecha dorada por accidente. Mientras tanto, los padres de Psique estaban preocupados por mantener soltera a su hija. Consultaron un oráculo que les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, sino a un monstruo que vivía en la cima de cierta montaña. Psique se resignó a su destino y subió a la cumbre de la montaña. Allí Céfiro, el viento del oeste, la bajó flotando suavemente hasta una cueva de la montaña. Psique entró y se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Eros le visitaba cada noche en la cueva y hacían el amor. Le pidió solo que no encendiese jamás ninguna lámpara porque no quería que Psique supiera quién era (sus alas le hacían inconfundible). Sus dos hermanas, celosas de ella, la convencieron para encender una lámpara de noche mientras él dormía y Psique así lo hizo, reconociéndole al instante. Una gota de aceita caliente cayó de la lámpara al pecho de Eros y éste se despertó y huyó volando.

Cuando Psique contó a sus celosas hermanas mayores, éstas se regocijaron secretamente y cada una de ellas fueron por separado a la cima de la montaña e hicieron como Psique les había dicho para entrar en la cueva, esperando que Eros las preferiría a ellas. Céfiro no las cogió y murieron a caer hasta la base de la montaña.

Psique buscó a su amante por buena parte de Grecia, tropezando finalmente con un templo a Deméter, donde el suelo estaba cubierto de montones de grano mezclado. Empezó a ordenar el grano en montones ordenados y, cuando hubo terminado, Deméter le habló, diciéndole que la mejor forma de encontrar a Eros era buscar a su madre, Afrodita, y ganarse su bendición. Psique encontró un templo a Afrodita y entró en él. Afrodita le asignó una tarea similar a la templo de Deméter, pero le dio un plazo imposible de cumplir. Eros intervino, pues aún la amaba, e hizo que las hormigas ordenaran el grano por ella. Afrodita se enfureció por este éxito de Psique y le dijo que fuese a un campo donde pastaban unas ovejas doradas y consiguiese lana de oro. Psique fue al campo y vio las ovejas, pero fue detenida por el dios del río que tenía que cruzar para llegar al campo. Éste le dijo que las ovejas eran malas y crueles y podían matarla, pero que si esperaba hasta mediodía, las ovejas irían a buscar la sombra en el otro lado del campo y se dormirían, y que entonces podría coger la lana enganchada en las ramas y la corteza de los árboles. Psique así lo hizo y Afrodita se enfureció todavía más al ver había sobrevivido y superado su prueba. Por último, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar a Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero, el perro de tres cabezas, con un pastel dulce de miel y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. Una vez allí, Perséfone le ofreció un banquete pero Psique lo rehusó, sabiendo que éste la mantendría en el inframundo para siempre.

Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma. Dentro estaba un "sueño estigio" que la sorprendió. Eros, que le había perdonado, voló hasta su cuerpo y la curó, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique.

Adonis
Afrodita era la amante de Adonis y tomó parte en su nacimiento. Instó a Mirra o Esmirna a cometer incesto con su padre, Tías, el rey de Asiria. Otra versión dice que el padre de Mirra era Ciniras de Chipre. La niñera de Mirra le ayudó en su plan. Cuando Tías descubrió lo que había pasado, montó en cólera, persiguiendo a su hija con un cuchillo. Los dioses la transformaron en un árbol de mirra y finalmente Adonis brotó de este árbol. Alternativamente, fue Afrodita quien convirtió a Mirra en árbol y Adonis nació cuando Tías le disparó con una flecha o cuando un jabalí usó sus colmillos para arrancar su corteza.

Cuando Adonis nació, Afrodita lo tomó bajo su protección, seduciéndole con la ayuda de Helena, su amiga, y fue hechizada por su belleza sobrenatural. Afrodita se lo dio a Perséfone para que lo cuidara, pero ésta también quedó asombrada por su belleza y rehusó devolvérselo. La discusión entre las dos diosas fue resuelta por Zeus o Calíope, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Adonis siempre escogió a Afrodita porque Perséfone era la diosa fría e insensible del inframundo.

Adonis fue finalmente asesinado por un celoso Ares.

El juicio de Paris
Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Thetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada con la palabra kallisti ("para la más hermosa") inscrita, que arrojó entre las diosas. Afrodita, Hera y Atenea reclamaron para sí la manzana, y la disputa terminó llegando a Paris, el más hermoso de los mortales. Hera intentó sobornarle con un reino de la tierra, mientras Atenea ofreció gran destreza militar, pero Afrodita terminó siendo declarada la más bella cuando ofreció a Paris la más hermosa mujer mortal como esposa. Esta mujer era Helena, y su rapto por Paris desembocó en la Guerra de Troya.

Pigmalión y Galatea
Pigmalión era un escultor solitario que fabricó una mujer de marfil y la llamó Galatea. Rezó a Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, quien se apiadó del artista, enfermo de amor, y dio vida a la exquisita escultura. Pigmalión amó a Galatea y estuvieron pronto se casados.

Otras historias
En una versión de la historia de Hipólito, Afrodita era el catalizador de su muerte. Hipólito desdeñó el culto de Afrodita por el de Artemisa y, en venganza, Afrodita provocó que su madrastra, Fedra, se enamorase de él, sabiendo que Hipólito la rechazaría. En la versión más popular de la historia, Fedra buscaba venganza contra Hipólito suicidándose y dejando una nota en la que contaba a Teseo, su marido y padre de Hipólito, que ésta la había violado. Teseo entonces mató a su propio hijo antes de que Artemisa le dijese la verdad.

El rey Glauco de Corinto enfadó a Afrodita, quien hizo que sus caballos enfureciesen durante los juegos funerarios en honor al rey Pelias, y le despedazasen. Su fantasma asustaba supuestamente a los caballos durante los juegos ístmicos.

Afrodita era con frecuencia acompañada por las Carites.

En el libro III de La Ilíada de Homero, Afrodita salva a Paris cuando está a punto de ser asesinado por Menelao.

Afrodita era muy protectora con su hijo, Eneas, quien luchó en la Guerra de Troya. Diomedes estuvo a punto de matar a Eneas en batalla pero Afrodita le salvó. Diomedes hirió a Afrodita y ésta dejó caer a su hijo, volando al monte Olimpo. Entonces Eneas fue envuelto por una nube creada por Apolo, quien le llevó a Pérgamo, un lugar sagrado de Troya. Artemisa curó allí a Eneas.

Convirtió a Abas en piedra por su arrogancia.

Convirtió a Anaxarete en piedra por reaccionar tan desapasionadamente a las súplicas de Ifis para amarla, incluso tras el suicidio de éste.
VLeal 08 Nov 2008

La huida


La Huida (1972) de Sam Peckinpah
La Huida (The Getaway) supuso la segunda y última colaboración entre Steve McQueen y Sam Peckinpah tras haber trabajado ya juntos en Junior Boone un año antes, en 1972. La huida fue un film de gran éxito en su momento y considerado entre los títulos mayores de la filmografía de Peckinpah. El reparto encabezado por dos pesos pesados de la interpretación: Steve McQueen y Al Lettieri que, como dice Francisco Javier Urquijo, no siempre han gozado del reconocimiento que merecieron y una actriz más limitada, Ali McGraw.

La Huida era una de mis cuentas pendientes con la filmografía de McQueen y con la de Peckinpah también. Y la verdad es que no me ha decepcionado, es una película vibrante, violenta y con ese aire de los setenta que a mi me resulta especialmente atractivo. No es una obra maestra pero su influencia sobre el cine posterior es enorme. Creo que lo mejor para ver esta película es no saber demasiado del argumento: así que si no la habeis visto, os recomiendo que no sigais leyendo, porque a partir de aquí comienza el destripamiento de la misma.
Hagamos una pequeña sinopsis:

Carter “Doc” McCoy (McQueen) y su mujer Carol (McGraw) se ven involucrados en un fraude de la mafia texana. Han llevado a cabo un atraco a un banco ingnorantes de que los dueños son sus mismos jefes, que ya han extraido una cantidad importantísima con anterioridad al robo. “Doc” ha conseguido salir de la cárcel poco antes gracias a un magnate, Jack Beynon, que ha convertido a Carol en su amante y ha urdido con ella un plan para deshacerse de “Doc” después del robo, Carol, en el último instante prefiere matar a Beynon y huir con su marido que, sin contactos útiles, tiene que llevarse encima el dinero robado. “Doc” es un hombre de ideas tradicionales y chapado a la antigua, no asimila bien el juego de su mujer y en plena huida explota una vigorosa crisis matrimonial. La policía no tarda en identificarles por medio de un ladronzuelo de andén y de unos niños juguetones en exceso. Además uno de los compinches del atraco, Rudy, se ha vuelto demasiado ambicioso y, después de matar al tercero en discordia, su colega Frank, les persigue para recuperar el dinero y vengarse de las heridas que “Doc” le ha causado en un tiroteo que han mantenido justo después del atraco. Por si fuera, los mafiosos, encabezados por el hermano y los socios de Beynon, han descubierto el cadáver de éste y también les persiguen para matarles. Sin horizontes emocionales en los que refugiarse , “Doc” y Carol huyen enloquecidamente hacia México. La compenetración que demuestran en los peores momentos salvará su matrimonio y les proporcionará la huida.
Es una de los dos únicos films de Peckinpah coronada por un “improbable” final feliz. Aunque no en todos los países, en España sufrió cortes y adulteraciones de contenido como, por ejemplo, en España, donde la censura impuso un texto final sobreimpresionado en las imágenes, declarando que los protagonistas eran descubiertos y detenidos por las fuerzas policiales siguiendo la norma censorial al uso: ¡El delincuente siempre tiene que pagar su delito!, sin importar que muchas veces, banqueros, políticos y policías sean delincuentes de mucha mayor envergadura y sus actividades resulten muco más nefastas y catastróficas para la sociedad.
La construcción de los personajes de McQueen y Al Lettieri se basan en principios arquetípicos opuestos. El Carter “Doc” de Steve McQueen es un hombre de pocas palabras, introvertido, parco en acciones y gestos, pero muy violento, que soporta en silencio una tensión interior enorme causa de su mal genio constante. McQueen ofrece de la mano de Peckinpah uno de sus trabajos más acabados, consiguiendo producirnos en pocos minutos la sensación de estar contemplando a un viejo conocido. Le vemos hartarse de la cárcel y soportar en silencio, expresando su hastío y su violencia interiores al destrozar un trabajo manual en su celda y al tirar, en otro momento, las fichas de la partida de ajedrez que juega con otro compañero preso. Cuando el preso se sorprende de la desproporcionada reacción de “Doc”, “¡Hombre, no es más que un juego!, el espectador gracias a la construcción estilítica “peckinpahiana” de los instantes precedentes comprendemos con facilidad que la reacción de “Doc” se inserta dentro del agobio extremo que la prisión le produce.
Más adelante en el metraje se nos informa sobre sus ideas “tradicionales” en torno a sexualidad y matrimonio. Ya en casa, tras salir de la cárcel, interroga a Carol sobre sus hipotéticos amantes durante los años en que ha estado preso. Después somos testigos de su repulsa y prejuicios por la actuación con el magnate Beynon, con quien ha tenido que acostarse para conseguirle la libertad. Del mismo modo, en pocos instantes comprendemos que se tiene así mismo por un gran profesional y que espera que todo el mundo lo entienda así en correspondencia con la elevada autoestima que demuestra (tanto en la negociación como en la preparación del atraco con los hombres de Beynon).
El mérito, tanto de Peckinpah como de McQueen, descansa en el haber convertido en humano a un personaje de novela, bastante plano. El trabajo efectivo se basa sobre la declamación contenida de McQueen, apoyada en los silencios y las esperas críticas de su personaje al que sistemáticamente se le niega la paz física y espiritual. “Doc” sólo habla cuando es necesario, dando la impresión de tratarse de un hombre que ahorra energía concientemente energía en todo momento. Cuando alguien le contradice o actúa de forma inadecuada, sus protestas son lacónicas y se apoyan sobre una mirada foribunda y enfebrecida que el actor consigue sin aparente esfuerzo (esa mirada de McQueen no admite comparaciones). Cuando enterado de la aventura de su mujer con Beynon estalla, se limita a sacar el coche de la carretera con maniobras violentas y a golpear varias veces a su esposa sin demasiado convencimiento, sin apenas pronunciar unas palabras (de hecho McQueen golpea de verdad a McGraw en esas escenas el muy bruto). De este modo, mientras el “Doc” de Steve McQueen guarda silencios tortuoso que parecen erosionarle, el Rudy Butler de Al Lettieri se construye sobre la concepción del exceso más latino y extrovertido. Al Lettieri se desenvuelve como pez en el agua con este personaje, ofreciendo con toda probabilidad la mejor interpretación de la película. Peckinpah aprovecha las cualidades de su actor: presencia malévola y magnética, a tenor de su corpulencia y endurecida. Un contraste absoluto con respecto a McQueen, moreno latino, de atractivo viril extremo pero llamativamente feo. La oposición entre los dos personajes masculinos son en cierto modo la guía del film. Los dos delincuentes enfrentados son marginados e individualistas, pero existe una diferencia radical entre los dos hombres que hace caer la simpatía peckinpahiana del lado de “Doc”. Mientras para éste hay que cumplir los tratos que se hacen con lealtad aunque sea únicamente por evitarse complicaciones posteriores, Rudy no observa respeto alguno por ninguna relación o contrato. De esa forma el asesinato de Frank (Bo Hopkins) resulta especialmente desagradable por la metódica, traidora y despiadada forma en que Rudy lo practica disparando a su compañero a quemarropa en las zonas del cuerpo donde no le protege el chaleco antibalas y tirándolo en marcha del coche.
Poco a poco la película va mostrándonos a Rudy como un secuestrador sin escrúpulos, pero “Doc” no sale mejor parado al irle contemplando cada vez más sumergido en una violencia que domina como nadie y que parece consustancial a él. Paradigmática es la escena en que la pareja de esposos se abre paso a tiros por el destartalado motel de Laughlin, en El Paso, acosados por los socios mafiosos de Beynon. “Doc” con su rifle automático del 12 capaz de derribar pareces acude allí donde se vislumbra jaleo, subrayando su particular predisposición para esos “festejos” y esbozando una oportuna segunda lectura sobre el personaje y su violencia/maldad inherentes. Si al final del film Carol y Doc tienen un buen gesto con el anciano cowboy que les ayuda a cruzar la frontera resulta más una consecuencia de la simpatía natural del viejo que una definición de su manera de ser. Lo que importa en el relato es que todos son malos, o al menos, son tan malos (y tan buenos) como somos todos en potencia. La inteligencia de Peckinpah se revela en evitar convertir a sus personajes masculinos o femeninos en suerte de superhumanos como tantas veces ha ocurrido desde entonces en la producción norteamericana.

Boris 07 Nov.2008

Los perros de paja


Perros de paja
Ficha y datos de la película

Perros de paja (EE.UU., 1971)
Título original: Straw Dogs
Director: Sam Peckinpah
Productor: Daniel Melnick
Guión: David Goodman y Sam Peckinpah. Basado en la novela The Siege of Trencher’s Farm, de Gordon Williams
Fotografía: John Coquillon
Música: Jerry Fielding
Montaje: Paul Davies, Tony Lawson y Roger Spottiswoode
Director de arte: Ken Bridgeman
Diseño de efectos especiales: John Richardson
Intérpretes: Dustin Hoffman (David Sumner), Susan George (Amy Sumner), Peter Vaughan (Tom Hayden), Del Henney (Charlie Venner)
Duración: 118 minutos. Color
Idioma: Inglés

Amy (Susan George):
“David, entrégales a Niles. Es lo único que quieren. Quieren a Niles. Nada más. ¿Por qué no se lo entregas, David?”.
David (Dustin Hoffman):
“¡Oh! Lo matarán a palos.”
Amy:
“Entrégalo. No me importa.”
David:
“¿De verdad no te importa?”.
Amy:
“No. No me importa.”
David:
“No. No lo entregaré. Esta es mi casa. Y yo soy yo. No toleraré la violencia contra esta casa.”


FILMOGRAFÍA SELECTA
Sam Peckinpah: Duelo en la Alta Sierra (Ride the High Country, 1961), Mayor Dundee (Major Dundee, 1964), Grupo salvaje (The Wild Bunch, 1969), La balada de Cable Hogue (The Ballad of Cable Hogue, 1970), Perros de paja (Straw Dogs, 1971), La huida (The Getaway, 1972), Pat Garret y Billy the Kid (Pat Garret and Billy the Kid, 1973), Traedme la cabeza de Alfredo García (Bring me the Head of Alfredo García, 1974), La cruz de hierro (Cross of Iron, 1977), Convoy (1978), Clave Omega (The Ostermand Weekend, 1983).

PREMIOS
•1972: Nominación al Oscar a la Mejor Banda Sonora Dramática (Jerry Fielding).

MAKING-OF
•Fue enteramente rodada en Gran Bretaña, en el oeste de Inglaterra y en los estudios Twickenham Film Studios de Londres.
•La versión cortada tiene una duración de 113 minutos (es la que se estrenó en EE. UU.). La íntegra de 118 fue estrenada por Anchor Bay Entertainment.
•Los actores inicialmente considerados para el papel de David Sumner fueron Donald Sutherland, Jack Nicholson y Sidney Poitier. Para el papel de Amy se barajaron los nombres de Diana Rigg, Charlotte Rampling y Helen Mirren.
•Para captar un placer enfermizo en la escena en la que Dustin Hoffman machaca hasta la muerte a un hombre tumbado en el suelo, Peckinpah pidió que pusieran cocos para que pudiera deleitarse a golpes con ellos. En un plano, podemos ver un trozo de coco volando hasta su cara, aunque el espectador imagine que son sesos del cerebro.
•En la escena en la que Hoffman entra por primera vez en el pub, Peckinpah no estaba satisfecho con la reacción de los actores al ver cómo entra un extraño en su mundo. En una de las tomas le dijo a Hoffman que entrara sin pantalones, y así consiguió la reacción adecuada de los actores.
•El rodaje estuvo a punto de suspenderse cuando Sam Peckinpah agarró una pulmonía después de pasar una noche entera en la playa emborrachándose con Ken Hutchison. Después de recuperarse en una clínica londinense, Peckinpah tuvo que prometer que se mantendría sobrio durante el resto del rodaje.

ANÉCDOTAS
•La versión de vídeo fue rechazada dos veces por el British Board of Film Classification en 1999, después de que los productores se negaran a cortar la parte en la que Susan George disfruta de la violación. La versión de vídeo no estuvo disponible hasta que se aprobó la ley de 1984, que exigía que todos los vídeos estuviesen clasificados. De nuevo, desde el 1 de julio de 2002 se puede comprar la versión íntegra en vídeo y DVD, después de obtener la aprobación de la BBFC.
•La película estuvo censurada en el Reino Unido durante 18 años y aún hoy en las carátulas de los vídeos y de los DVD aparece escrita la frase “Censurada en Reino Unido”.
•La crítica se fijó desde el primer momento en los aspectos más oscuros de la película, en lo que se dio en llamar los “ritos machistas”, o en palabras del propio director el “fascismo sexual”. Pero Peckinpah parecía dispuesto a confirmar las peores cosas que sus detractores decían de él, como demostró en la entrevista concedida a Playboy en 1972.
•El final se les ocurrió al director y a Dustin Hoffman la tarde anterior a su rodaje.
Perros de paja generó innumerables críticas debido a los debates que en esos momentos existían en torno a la violencia a raíz de la guerra de Vietnam.
•Susan George tenía 20 años cuando hizo esta película, lo que muchos críticos calificaron de perverso. Ella siempre ha defendido a Peckinpah y en lo relativo a la escena de la violación es tajante: “En un determinado momento de la violación Amy lo disfruta, y así lo hice ver”.
•La famosa crítica de cine Pauline Kael, que hasta ese momento había sido una gran admiradora de Peckinpah, denominó este película como “la primera película americana que es una obra de arte fascista”
•Muchos han criticado a Peckinpah porque en la escena de la violación veían su tácita aprobación, su misoginia y su machismo llevados al límite (hacía ver que Amy se lo “merecía” por su actitud provocativa). Si bien él nunca lo desmintió, tampoco lo aceptó. Pero resulta interesante apuntar que la primera vez que Amy aparece con sujetador en la película es después de la violación.
•El título está sacado de una cita de El libro de las mutaciones o I Ching: “El cielo y la tierra son crueles, tratan a todos los seres vivos como a perros de paja”. Los perros de paja eran piezas ceremoniales que sólo se usaban una vez.

CIFRAS
•El presupuesto fue de 3.251.794 dólares.
•La recaudación en todo el mundo en la reposición de 1983 fue de 11.148.828 dólares.