Parado frente a un león, desprotegido, sin dobles pero seguro y sonriente, Jean Paul Belmondo confirmaba en 1988 sus extraordinarias capacidades histriónicas, su valentía y su alma de aventurero.
Bebel, entre los más queridos actores franceses de todos los tiempos, regaló sonrisas en Cannes al recibir una Palma de Oro honorífica, con un verbo atropellado y un bastón de ayuda, debido a un accidente cerebro-vascular y otras enfermedades recientes.
La anécdota con el felino fue refrescada por el director de la película “El imperio del león”, Claude Lelouch, amigo y admirador del bello-feo, como le dicen también cariñosamente al intérprete de “A bout de soufle” (1959) de Jean Luc Godard.
"Estábamos en Zimbabwe y queríamos filmar a un león pero con ciertas medidas. Bebel se negó y pidió hacerlo con tranquilidad.
Nos dijeron que los leones no atacaban si no percibían miedo. Jean Paul no tenía absolutamente miedo", relató Lelouch.
Se le pudo ver en Cannes transitando por la alfombra roja, listo para recibir un lauro muy merecido, después de rechazar precisamente el César (el Oscar francés) de Mejor Actor por su papel en “El imperio del león”.
Ovacionado durante varios minutos por los propios fotógrafos y camarógrafos, Belmondo se manifestó feliz por el reconocimiento.
Con Godard, en la cuerda de la Nouvelle Vague del séptimo arte galo, filmó “Pierrot el loco” (1965), aunque su prolífica carrera lo hizo rostro imprescindible del celuloide con otras inolvidables como “Cartouche” y “El hombre de Río”, ambas de Philippe de Broca.
Es un homenaje esencial, relevante, se trata de un hombre que ha dado mucho al cine por su estilo y personalidad formidable, destacó su colega y amigo Jean Rochefort, otro de los actores populares de Francia.
Varios documentales sobre su trayectoria difundidos en estos días recuerdan su perfil de atleta, su empecinada idea de no permitir dobles en los rodajes y también su gran amistad con otro monstruo sagrado en Francia, Alain Delon.
De Belmondo hay una lista casi interminable de filmes trascendentes o populares como “¿Arde París?”, “El marginal”, “La sirena de Missisipi”, “Borsalino” y “Las tribulaciones de un chino en China”.Jean-Paul Belmondo, actor francés de ascendencia italiana, nació el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine (Francia), hijo del escultor Paul Belmondo y de Madeline Rainaud-Richard. No fue buen estudiante y dedicó en su juventud más tiempo al boxeo que a los libros, llegando incluso a competir de forma amateur en su adolescencia. Atraído por la actuación, Belmondo estudió en el Conservatorio de Arte Dramático de París y representó obras teatrales antes de debutar en el cine en la parte final de los años 50 al intervenir en la película de Maurice Delbez “Al Final, A Caballo y En Coche” (1957). |
La mejor etapa como actor de Jean-Paul Belmondo fue la década de los 60, período en el que se convirtió en uno de los intérpretes más recurrentes de la nouvelle vague, no en vano fue junto a Jean Seberg el protagonista de uno de los títulos fundamentales del cine del movimiento francés de la nueva ola, “Al Final De La Escapada” (1960) de Jean-Luc Godard.
Al margen de “Al Final De La Escapada”, Belmondo intervino en los años 60 en importantes películas como “Dos Mujeres” (1960), drama de Vittorio de Sica con el protagonismo de Sophia Loren, “A Todo Riesgo” (1960) de Claude Sautet, “Una Mujer Es Una Mujer” (1961) y “Pierrot El Loco” (1965), ambas dirigidas por Godard, “El Confidente” (1962) y “El Guardaespaldas” (1963), intrigas criminales de Jean-Pierre Melville, “Cartouche” (1962) y “El Hombre De Río” (1964), películas de aventuras dirigidas por Philippe de Broca, “Cien Mil Dólares Al Sol” (1964) de Henri Verneuil, “La Sirena Del Mississippi” (1969), film de François Truffaut que co-protagonizó Catherine Deneuve, o “El Cerebro” (1969), comedia criminal dirigida por Gérard Oury con Bourvil y David Niven en el reparto. |
En la década de los 60 Jean-Paul también apareció en la parodia de James Bond “Casino Royale” (1965) y formó parte de los lujosos créditos de “¿Arde París?” (1966), película ambientada en la Segunda Guerra Mundial en la que intervino gente como Charles Boyer, Leslie Caron, Kirk Douglas, Alain Delon o George Chakiris.
A partir de los años 70 su filmografía resultó de menor interés, casi siempre rodando thrillers de acción y comedias de ambiente criminal. |
En 1953 Belmondo se casó con Elodie Constantin. Se divorció en 1965 después de tener dos hijas (Patricia y Florence) y un hijo (Paul Belmondo). Mantuvo relaciones con Laura Antonelli y Ursula Andress. En el año 2002 se casó con Natty Tardivel, con quien tuvo a su hija Stella. En el año 2008 se divorciaron. Su actual pareja es la ex chica Playboy belga Barbara Gandolfi.
No logró abrirse paso en el mundo del fútbol ni del boxeo. Fracasó en el Conservatorio. Cuando decidió tomar clases de interpretación, su profesor le dijo que jamás podría convertirse en galán: la imagen de una mujer bella en sus brazos no llegaría a ser creíble. Años más tarde, Jean Paul, en plena nouvelle vague, se pasaba el pulgar por sus labios describiendo uno de los gestos más sexis e imitados de la historia del cine, la publicidad y el ligoteo.
Hijo del escultor Paul Belmondo, nuestro héroe debutó en la gran pantalla en un falso documental sobre un hospital de París. Más tarde llegó su oportunidad, o eso creía: una serie para la TV gala... su personaje fue eliminado del montaje final. En 1960 llegaría su gran explosión y, tal vez, su momento cumbre: Al final de la escapada, de Jean Luc Godard. A partir de aquí, Belmondo se convirtió en una suerte de galán cínico, de feo guapo. Se especializó en papeles de acción y provocó ataques de corazón en más de un agente y productor al insistir en rodar personalmente todas las escenas de riesgo. Por algo es el actor preferido de Jackie Chan.
La vida sentimental de Belmondo tiene más entradas y salidas que una estación de metro en hora punta, y su cama, más muescas que la de Eduardo Manostijeras. Aparte de la retahíla de hijos que tiene el hombre fruto de relaciones con bailarinas y otras especies tangenciales al cine, su affaire más sonado será siempre el que mantuvo con Ursula Andress en los 60. La prensa les pilló y la suiza se quedó sin matrimonio con John Derek y casi sin carrera. También cuentan que cuando se tuvieron que llevar a Natalie Wood al hospital por meterse desnuda en una bañera con champán, Jean Paul andaba por ahí (esto está por confirmar). En los últimos años, Belmondo, tras interpretar a Cyrano (personaje capital en la carrera de cualquier actor francés) y sufrir una parálisis cerebral durante unas vacaciones en Italia, vive semiretirado. “No quiero ser el abuelo saltarín de Francia”, dijo recientemente mientras se pasaba el pulgar por la comisura de los labios.
Corría el final del invierno de 1960 cuando un joven cineasta llamado Jean-Luc Godard estrenaba en París su ópera prima, "À bout de souffle", cinta de la "Nouvelle Vague" que a sus 50 años permanece como icono por excelencia de la modernidad.
"Yo no creo en la independencia, pero soy independiente". (Jean Paul Belmondo)