Violeta Parra

Entrevista realizada en su taller en Ginebra, Suiza, 1965.Después de una exposición de su obra visual (máscaras en alambre, óleos, arpilleras) en París realizada en el Museo de Artes Decorativos del Museo del Louvre, Violeta Parra está instalada en Ginebra donde continúa haciendo nacer de sus dedos, prodigiosamente hábiles, un universo maravilloso de obras visuales elaborado a partir de los materiales más diversos.

Madeleine: ¿Con qué hace usted esta máscara?
Violeta: Con pedazos de cartón. Por ejemplo, para hacer esto pienso en ti ¿Cómo se sentirá Madeleine? Entonces, te miro un poco, sin que te des cuenta. Me gusta crear mis trabajos en mi mente.
Madeleine: Aún cuando usted ha visto muy poco a las personas, logra plasmarlas.
Violeta: Lo que pasa es que cuando tengo un sentimiento por alguien que es gentil o sensible, no puedo quedarme tranquila, tengo que hacer algo. No puedo explicarlo, no puedo explicar nada.
Madeleine: Simplemente crear, la emoción pasa por las manos.
Violeta: Si, eso es.
Madeleine: Tiene usted un lindo vestido.
Violeta: Ah, si. Me gusta mi vestido, lo hizo mi madre. Cuando yo era niña siempre guardaba pedacitos de géneros para hacerme vestidos. Era muy pobre, tenía diez hijos que cuidar, todavía sigue siendo pobre.
Madeleine: ¿Que edad tiene?
Violeta: Tiene setenta y cinco años, debe trabajar duro para sobrevivir, al igual que yo.
Madeleine: ¿Vive en Chile?
Violeta: Si, en los alrededores de Santiago.
Madeleine: Entonces su madre le hizo este vestido hace poco tiempo.
Violeta: Si, ella trabajó mucho para hacerlo, tiene muy bonitos colores. Pienso que la artista es ella.
Madeleine: ¿Es usted indígena?
Violeta: Mi abuela era indígena y mi abuelo español, entonces creo tener un poco de sangre indígena.
Madeleine: Eso se nota.
Violeta: Me habría gustado que mi madre se casara con un indígena. En todo caso como puedes ver, vivo casi como ellos.
En silencio, en el universo de su taller en Ginebra, reconstruye la vida de instintos. Esta vida reconstruida se convierte en arte. Un arte bruto, mágico, siempre puesto en duda por una voluntad sombría de romper la soledad. Para exorcizar la desdicha, para dar a escuchar su voz que reivindica, protesta o exalta el amor y la fraternidad humana. Ya sea que la mano borde, escriba poemas, pinte cuadros, trence fieros o rasguee la guitarra, siempre tiene el dominio de las emociones y la necesidad de comunicar inmediatamente.
Madeleine: ¿Violeta, quisiera saber cuales son los temas que trata en sus tapicerías tan diferentes de sus pinturas?
Violeta: Yo intento mostrar la vida popular chilena, sus leyendas y canciones. Ideas que tengo que expresar indispensablemente.
Madeleine: ¿Por ejemplo en el tapiz titulado Contra la Guerra, qué quiso expresar?
Violeta: En Chile existen desórdenes políticos, esto no me gusta nada, entonces mi manera de protestar es a través de la pintura.
Madeleine ¿Podría explicarme los elementos que componen este tapiz?
Violeta: Lo primero que vemos son personajes que aman la paz.
Madeleine: ¿Quiénes son estos personajes?
Violeta: La primera soy yo.
Madeleine: ¿Por qué en morado?
Violeta: Porque es el color de mi nombre. Estoy acompañada por un amigo argentino, una amiga chilena y una indígena. Las flores de cada personaje corresponden a sus almas. El fusil representa la guerra y la muerte.
Madeleine: Este tapiz se titula la Rebelión de los Campesinos ¿De qué rebelión se trata?
Violeta: Yo te voy a contar, mi abuelo era campesino y su patrón le pagaba muy poco, como todos los campesinos de Chile, hasta el día de hoy. Esta realidad me impulsó a hacer este trabajo por que me indigna y no puedo quedarme de brazos cruzados.
Madeleine: ¿Qué tema estamos tratando?
Violeta: Es un episodio de la Historia de Chile.
Madeleine: ¿Usted logra hacer este episodio sin mirar el conjunto de su trabajo?
Violeta: No. Como pretendo expresar un episodio de la historia de Chile, éste debe fluir…
Violeta: Claro, por que los temas están en mi mente.
Madeleine: Si, pero son obras grandes. ¿Usted logra componerlas en su mente, intuitivamente?
Violeta: Sí, la verdad es que no sabría explicarlo, este episodio de la historia de Chile tiene que tomar vida.
Madeleine: ¿Violeta, quisiera saber por qué descubrió hace seis años la tapicería, qué le ha entregado?
Violeta: Sentí la necesidad de bordar cuando estuve enferma teniendo que quedarme en cama ocho meses. Y pensé que no podía quedarme sin hacer nada. Un día vi lana y un pedazo de tela y me puse a bordar cualquier cosa, pero la primera vez no salió nada.
Madeleine: ¿Por qué?
Violeta: Porque sabía lo que quería hacer. La segunda vez agarré el pedazo de tela, lo deshice y quise copiar una flor. Pero no pude, al terminar el bordado no era una flor sino una botella. Quise ponerle un corcho a la botella, y éste parecía una cabeza. Le agregué ojos, nariz y boca. La flor no era una botella, la botella no era una botella sino una mujer como aquellas que van a la iglesia para rezar todos los días, una beata.
Madeleine: ¿Sabia usted bordar?
Violeta: No, no sé nada. El punto que uso para bordar es el más sencillo. Yo no sé dibujar.
Madeleine: ¿O sea que usted inventó todo?
Violeta: Si, pero todos podemos inventar. No es mi especialidad.
Madeleine: Violeta, usted es poeta, músico, borda tapicerías, pinta. ¿Si tuviera que elegir uno de estos medios de expresión cual escogería?
Violeta: Elegiría quedarme con la gente. Son ellos quiénes me impulsan a hacer todas estas cosas.
Madeleine: ¿Pero si tuviese que elegir una sola manera de expresarse, cual escogería?
Violeta: Para mí, la pintura es el punto triste y oscuro de la vida. En ella trato de expresar lo más profundo del ser humano. Mientras que la tapicería es la parte alegre de la vida.
Madeleine: Me gustaría saber por qué con un solos color en vez de concentrarse en una sola tela, usted cambia de una a otra. ¿Corresponde esto a algo que le es estrictamente personal?
Violeta: Me gustaría saber por qué con un solo color en vez de concentrarse en una sola tela, usted cambia de una a otra. ¿Corresponde esto a algo que le es estrictamente personal?
Violeta: Para mí, quince cuadros son como uno solo. Yo tengo treinta personajes que hacen cosas diferentes. Elijo un solo color viajo con este color por todos los cuadros. Para fijar lo que yo siento cuando quiero poner la expresión, en los ojos por ejemplo. No puede saltar de los ojos a los pies porque necesito pintar la expresión de los ojos. Los pies los dejo para después. Son cosas difíciles de explicar.
Madeleine: Tú has llegado a esta técnica después de haber trabajado en una sola tela.
Violeta: No, antes era porque no podía limpiar mi pincel ya que trabajaba con óleo. Era engorroso tener que limpiar mi pincel cuando quería cambiar de color. Entonces ahora mismo yo pinto todo lo que tengo que pintar negro de una sola vez. Con el negro sientes de una manera distinta que con el rojo. Tendría que tener una secretaria para que me limpiara los pinceles y los tuviera siempre limpios.
Para Violeta, la soledad es un espacio necesario en el cual absorbe sus fuerzas para comprometerse más allá en su lucha apasionada.
Entrevista traducida por Milena Rojas Cereceda.

 

 

1917

El 4 de octubre nace, en San Fabián de Alico, al interior de San Carlos, en la provincia de Ñuble, en el sur de Chile, Violeta del Carmen Parra Sandoval, hija de Clarisa Sandoval, campesina, y de Nicanor Parra, profesor de música. Su infancia transcurre en el campo.

1919

Este año la familia se radicará en Santiago, viven en la esquina de las calles Manuel Rodríguez y San Pablo.

1921

La familia se traslada al sur, a Lautaro, en la novena región, donde Nicanor Parra padre consiguió trabajo como profesor en el regimiento de esa localidad. En el viaje contrae viruela, enfermedad que relata en sus décimas autobiográficas.

1927

La familia se traslada a Chillán y viven en la población Villa Alegre, es durante este período en que se inicia en la guitarra y el canto, junto a sus hermanos Hilda, Eduardo y Roberto. Se relacionó con parientes que pertenencia al mundo del circo y con las Aguilera, parientes lejanas que vivían en Malloa y de quienes aprenderá canciones que años más tarde pasarán a ser parte de su repertorio folklórico.

1932

Por insistencia de su hermano Nicanor, se traslada a Santiago para asistir a le Escuela Normal, donde vive con parientes. Posteriormente, se traslada con su madre y hermanos a la calles Edison, comuna de Quinta Normal.

1934

Los Parra cantan en boliches del barrio Mapocho, en “El Tordo Azul” y en “El Popular”. Interpretan boleros, rancheras, corridos mejicanos y otros estilos. Conoce a Luis Cereceda, maquinista ferroviario.

1938

Se casa con Luis Cereceda con quien tendrá dos hijos. Viven en Llay-Llay, Quinta Región.
Violeta aprende a interpretar canciones de origen español, del repertorio de Lolita Torres e Imperio Argentina, cantantes argentinas.
Vive en la comunidad con sus hermanos y esposas en la calle Paula Jaraquemada, hoy comuna de la Reina. Canta en el restaurante “No Me Olvides”, de ese sector.
Gana una Mención Honrosa en un concurso de poesía.

1943

Se traslada a Valparaíso. Nace su hijo Ángel. Vive en Avenida Matta 249, en el cerro Los Placeres.
Canta canciones españolas. Se une a una compañía de teatro que realiza giras por todo el país. Se hace llamar Violeta de Mayo.

1944

Vive en la calle Andes 3756, comuna de Quinta Normal. Junto a su marido, Luis Cereceda, militante del Partido Comunista, se dedica a la actividad política y trabaja en la campaña presidencial de Gabriel González Videla.
Gana un concurso de canto español en el Teatro Baquedano.

1945

Después de un año en Valparaíso regresa a Santiago. Canta, con sus hijos Isabel y Ángel, en un espectáculo español, en la confitería Casanova, en Santiago, a cuyo empresario llamaban “Buddy Day”.

1948

Se separa de Luis Cereceda. Canta con su hermana Hilda, junto a quien realiza algunas grabaciones en el sello RCA VICTOR. Se hacen llamar “Las Hermanas Parra”.
Vive en la calle Melipilla 1440, en Santiago Poniente, y después en la calle Catedral, en el barrio Brasil, centro de Santiago.
Conoce a Luis Arce y contrae un segundo matrimonio.

1949

Canta con su hermana Hilda en la Hostería Las Brisas, en el paradero 22 de Gran Avenida, sector donde entonces vive.
Nace su hija Carmen Luisa.

1952

Trabaja en circos populares. Con Hilda y sus hijos realizan giras por el país y por los alrededores de Santiago.
Impulsada por su hermano Nicanor, comienza a rescatar, recopilar e investigar la auténtica música folklórica chilena. Abandona su antiguo repertorio y, con esto, nace la verdadera Violeta Parra.
Ofrece recitales en las universidades, presentada por el hombre de letras Enrique Bello Cruz, fundador de revistas y publicaciones culturales.
Es invitada a las “Escuelas de Verano” de la Universidad de Concepción y a dictar cursos de folklore en la Universidad de Iquique.
Se presenta en Valparaíso en el Instituto Chileno-Francés.
Compra un pequeño terreno y construye una vivienda ligera en el sector Los Manzanares de San Carlos, hoy La Reina, barrio distante del centro de Santiago.
Nace su hija Rosita Clara.

1953

Graba dos singles para el sello EMI-Odeón, el primero incluye: “Que pena siente el alma” y “Verso por el fin del mundo” y el segundo: “Casamiento de negros” y “Verso por padecimiento”. Estas canciones la ubican en el primer plano de la popularidad.
Conoce a don Isaías Angulo, inquilino del fundo El Porvenir, guitarronero que le enseña la ejecución del instrumento y además le obsequia su primer guitarrón, una guitarra original chilena de 25 cuerdas con que se acompañan los cantos a lo divino y a lo humano.
Conoce a cantantes campesinos en los alrededores de Santiago, comuna de Barrancas, entre otras. Su hermano Nicanor y su hijo Ángel la acompañan en estos encuentros musicales.
Inicia su plan de investigación folklórica por todo el país. Se relaciona con cantores populares de la costa, la cordillera y de Isla de Pascua. Compone sus primeras canciones basadas en las formas folklóricas tradicionales.
Pablo Neruda la presenta a sus amistades en su casa y le escribe el poema “Elegía Para Cantar”.

1954

Entre enero y septiembre conducirá para Radio Chilena, “Canta Violeta Parra”, un programa radial ideado por ella que obtendría excelente crítica. Generalmente se grababa en exteriores, en lugares donde se practicaba la música folklórica, como por ejemplo, el restaurant de su madre, Clarisa Sandoval, ubicado en Barrancas. Fue contratada por Raúl Aicardi, director de Radio y Comunicaciones y era anunciada por el locutor Ricardo García, quién tras el golpe de estado fundaría el Sello Alerce.
A fines de ese año continua su labor de difusión a través de la radio contratada por radio Agricultura para reemplazar a Margot Loyola en su programa dedicado al folklore.
Cabe decir que estos programas la sitúan en el primer lugar de sintonía nacional.

1955

El 28 Junio obtiene el “Premio Caupolicán”, otorgado a “La Mejor Folklorista del Año” por la Asociación de Cronistas de Espectáculos, en reconocimiento por las grabaciones de “Que pena siente el alma” y “Casamiento de negros”, su labor como locutora y difusora del folklore nacional.
Es invitada al V “Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes”, en Varsovia, Polonia, parte a Europa el 3 de Julio y, tras una escala en Buenos Aires, llega a Varsovia el 31 de Julio.
Se traslada a París, Francia. Se presenta en “L´Escale”, boite de nuit del Barrio Latino.
En Santiago muere su hija Rosita Clara.
Mantiene contactos con artistas e intelectuales europeos. Mediante la intervención del antropólogo Paul Rivet graba en la Fonoteca Nacional del “Musée de l’Homme” de La Sorbonne en París, donde dejó un guitarrón y cintas de sus recopilaciones de folklore chileno.
Viaja a Londres a realizar grabaciones para EMI-Odeón y para emisiones radiales de la BBC.

1956

De vuelta en París, el 26 de marzo, graba 16 temas para el sello francés “Chant du Monde”, que lanza sus dos primeros EP con 8 temas cada uno.
En noviembre se embarca en Italia para regresar a Chile.
Graba el primer LP de la serie “El folklore de Chile” para el sello EMI Odeón: “Violeta Parra y su guitarra” donde incluye tres composiciones de su autoría.
En EEUU, el músico norteamericano Lex Baxter, graba una versión instrumental de su “Casamiento de negros”.

1957

En noviembre se traslada con sus hijos Carmen Luisa y Ángel a Concepción, en el sur de Chile, contratada por la Universidad de Concepción.
Realiza investigaciones folklóricas en la zona descubriendo las cuecas del sector, las que serán siempre sus favoritas.
Graba nuevos discos por EMI Odeón, los LP “La cueca” y “La tonada”, con carátulas de los pintores chilenos Julio Escámez y Nemesio Antúnez, respectivamente. Graba el EP “Composiciones de Violeta Parra” donde se incluyen dos Anticuecas. Compone “Los manteles de Nemesio”, homenaje al pintor Nemesio Antúnez, basado en uno de sus cuadros.
Su labor como compositora para guitarra se encuentra en su apogeo, es durante esta época en que compone las “Anticuecas”, “Tres Palabras” y temas similares que grabará en un disco de 45 rpm para EMI-Odeón.
Por esta época planea un ballet folklórico que llevaría como título y tema central “El Gavilán”, lamentablemente esta idea no pasó de ser un proyecto.
Realiza programas radiales y lecturas de sus décimas y centésimas en Concepción.

1958

El 22 de enero funda en Concepción el Museo Nacional del Arte Folklórico Chileno, dependiente de la Universidad de Concepción.
Regresa a Santiago. Incursiona en la cerámica, comienza a pintar y a bordar arpilleras.
Construye su “Casa de Palos”, en la calle Segovia, en la comuna de La Reina y ofrece recitales en los centros culturales más importantes de Santiago.
Viaja al norte a investigar y grabar la fiesta pagano-religiosa de “La Tirana”.
Participa en el Segundo Encuentro de Escritores de Concepción.
Compone música para el poema ” Los Burgueses” del poeta Gonzalo Rojas .
Desde ese 18 de septiembre en adelante celebra la fiesta nacional con una ramada donde canta y baila cueca.
Escribe las “Décimas autobiográficas”, obra que narra en versos su vida desde su infancia hasta su viaje a Europa.
Acompaña las primeras grabaciones de su hija Isabel, quien interpreta canciones originales de Violeta.

1959

Viaja con su hija Isabel al norte de chile, esta vez invitada por una universidad a realizar cursos de folklore. También viaja a recopilar el folklore de la isla de Chiloé, en el sur, donde organiza recitales, cursos de folklore, cerámica y pintura; además ejercerá una notable influencia en Héctor Pavéz y Gabriela Pizarro, quienes se convertirán en grandes interpretes e investigadores por derecho propio.
El producto de esta colaboración se hace patente en la obra “La Celebración de la Minga” , espectáculo montado en el Teatro Municipal de Santiago.
Escribe el libro “Cantos Foklóricos Chilenos”, que reúne toda la investigación llevada a cabo hasta el momento, con fotografías de Sergio Larraín y partituras musicales realizadas por Gastón Soublette (Santiago, Nascimento, 1979).
Compone la música para los documentales “Mimbre” y “La Trilla”. Participa en el film homónimo “Casamiento de negros”, realizados por Sergio Bravo. Interviene, además, en el documental de la fiesta del norte de Chile, “La Tirana”, realizado por Nieves Yankovic y Jorge di Lauro, para el cual compone música.
Producto de una severa hepatitis que la forzó a permanecer en cama, su labor como arpillerista y pintora alcanza gran desarrollo, tanto así que ese mismo año expone su óleos y arpilleras en la Primera Feria de Artes Plásticas al aire libre del Parque Forestal.
EMI Odeón edita el LP “Toda Violeta Parra”, con fotografías de Fernando Krahn y notas sobre las canciones escritas por Gastón Soublette. Cabe hacer notar que este LP está compuesto exclusivamente de composiciones de Violeta Parra.

1960

Su hermano, el antipoeta Nicanor Parra, graba, acompañada por la guitarra de su hermana que interpreta su composición “Tres Palabras”, el poema “Defensa de Violeta Parra”.
Durante una enfermedad que la obliga a permanecer en cama se inicia en el bordado de las arpilleras, como la que dedica al poeta y diplomático brasileño Thiago di Mello.
El 4 de Octubre, el mismo día de su cumpleaños, conoce a Gilbert Favre, músico de origen suizo.
Participa en la Segunda Feria de Artes Plásticas del Parque Forestal, desde el 3 al 11 de diciembre de 1960.

1961

Viaja a argentina; vive en ciudad General Picó ubicada en La Pampa, en casa de la familia de don Joaquin Blaya, gobernador de esa ciudad.
Canta en la peña El Alero. Imparte cursos de folklore, cerámica, pintura y arpilleras.
Viaja a Buenos Aires. Allí expone sus pinturas, actúa para la televisión argentina, ofrece recitales en el Teatro I.F.T y graba un LP de canciones originales para EMI Odeón que fue prohibido y no circuló.

1962

En junio se reúne en Buenos Aires con sus hijos Isabel y Ángel, y con su nieta Tita.
Se embarcan, junto a la delegación chilena, rumbo a Finlandia para participar en el VIII “Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes” realizado en Helsinki.
Después de recorrer la Unión Soviética, Alemania, Italia y Francia, Violeta Parra se radica en París.
Canta en La Candelaria, en L´Escale, ubicados en el Barrio Latino, y también ofrece recitales en el “Théâtre Des Nations” de la UNESCO. Además, actúa en radio y televisión junto a sus hijos.
Violeta vive en la “Rue Monsieur Le Prince”. Borda arpilleras y hace esculturas en alambre. Quiere exponer la totalidad de su numerosa obra plástica en el Museo del Louvre.
Vive con Gilbert Favre en Ginebra y comparte su tiempo entre Francia y Suiza.
Con sus hijos y nieta, realiza conciertos en Ginebra, programas en televisión, exposiciones de su obra plástica. Continúa creando nuevas canciones, pinturas y arpilleras.

1963

Graba en París composiciones revolucionarias y campesinas que serán editadas en 1971 bajo el título “Canciones Reencontradas en París”
Escribe el libro “Poesía popular de Los Andes”.
Los Parra actúan en la fiesta del diario “l´Humanité” del Partido Comunista francés. Un amigo músico argentino registra en su casa la versión de “El Gavilán”, que interpreta Violeta Parra acompañada por su nieta en la percusión.
Violeta acompaña a sus hijos en el LP Los Parra de Chillán, registrado por el sello Barclay.
Comienza a tocar el cuatro, instrumento de origen venezolano, y el charango, instrumento del altiplano.

1964

En abril expone las arpilleras, óleos y esculturas en alambre en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre. Es la primera exposición individual de un artista hispanoamericano en dicho museo.
Regresa a Chile por un corto período.

1965

La editorial François Maspero, de París, publica su libro “Poésie Populaire des Andes”.
Viaja a Ginebra. La televisión Suiza filma un documental que muestra a la artista y toda su obra. Se titula: “Violeta Parra, Bordadora Chilena”.
Retorna a Chile en junio. Canta con sus hijos en la Peña de Los Parra ubicada en el número 340 de la calle Carmen, Santiago. Es invitada a la Feria Internacional de Santiago (FISA), donde instala una peña folklórica.
Graba dos discos de 45 rpm, uno junto a su hija Isabel y otro con música instrumental para cuatro y quena con Gilbert Favre, a quien bautiza como “El Tocador Afuerino”. Incorpora definitivamente a su música el cuatro venezolano y el charango del norte altiplánico.
El sello EMI Odeón edita el LP “Recordando a Chile (Una chilena en París)”, cuya portada fue ilustrada con sus propias arpilleras.
En septiembre de este año firma contrato con Radio Minería, la cual sería la última emisora que utilizará como plataforma de su labor.
Participa en numerosos programas para la televisión nacional de Chile.
En La Reina, en el número 7200 de la calle La Cañada, un sector alejado del centro de Santiago, instala en un centro cultural que llevará por nombre “La Carpa de la Reina” y que será inaugurada el 17 de diciembre de 1965.

1966

El sello EMI Odeón edita el LP “La Carpa de La Reina” donde se incluyen tres canciones interpretadas por Violeta Parra y nueve interpretadas por artistas que Violeta presentaba en la carpa.
Viaja a La Paz, Bolivia, para reunirse con Gilbert Favre. Allá, se presenta regularmente en La Peña Naira.
Vuelve a Chile con grupos del altiplano, presentándolos en su carpa, en televisión y en la Peña de sus hijos. Da conciertos en diferentes teatros del extremo sur de Chile, en Osorno y Punta Arenas, invitada por René Largo Farías, en el marco del programa “Chile Ríe y Canta”.
Acompañada por sus hijos y el uruguayo Alberto Zapicán, graba para el sello RCA VICTOR el LP “Las Ultimas Composiciones de Violeta Parra”.

1967

El 5 de febrero muere en su carpa de La Reina.
Con posterioridad a su muerte se suceden actos recordatorios de homenaje a su figura y su obra artística en Chile, así como en distintos países de América Latina y Europa. Conciertos musicales y actos artísticos, exposiciones de sus arpilleras y pinturas, obras de teatro, veladas poéticas, recuperación de su obra visual, discografía, fotos y otros, son organizados en su honor. Se rinden homenajes en su memoria en diversas universidades de Chile y el extranjero. Se realizan en el mundo entero diversas actividades intelectuales en torno a su figura creadora: publicaciones de libros, estudios, ensayos, tesis doctorales, seminarios, debates, mesas redondas.

1992

Por iniciativa de sus hijos se crea en Santiago de Chile La Fundación Violeta Parra, que se ha propuesto reagrupar, ordenar y difundir la obra de su madre, que aún permanece inédita, para que pueda ser entregada a las nuevas generaciones en su totalidad.

1997

Se exponen nuevamente su obra visual en el Museo de Artes Decorativas del Museo del Louvre, París. Con la participación de la Fundación Violeta Parra y la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Sacado de www.violetaparra.cl

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