Montaje cinematográfico



Durante el desarrollo del cinematógrafo y su lenguaje se consideró el montaje como la esencia de este arte, aunque esta afirmación sea un poco riesgosa tiene elementos interesantes. ¿Debe el cine tener un elemento inherente que lo separe de las demás artes?

El nacimiento del cinematógrafo termina con la discusión sobre la reproducción y la técnica, la subjetividad y la objetividad. Se suponía que desde él, ahí en la pantalla animada es donde podremos ver las imagenes del mundo en su esplendor (a pesar de la calidad técnica encontrada hasta entonces, por ejemplo el blanco y negro). El invento Lumière trata el tiempo de las imagenes que al correr a 24 cuadros por segundo (norma que solo se fijó años mas tarde) forman la imagen del mundo, y mejor aún, la imagen del tiempo de ese mundo, de su duración, sin darnos cuenta lográbamos en un convulsionado inicio del siglo XX ¡Lo que el hombre busco desde su propia conciencia!

La tarea parecía estar hecha, con la llegada del tren a la estación de La Ciotat o con Los Obreros Saliendo de La Fábrica, logramos combatir la inexorabilidad del tiempo, traspasamos la imagen "real" a su propio tiempo y logramos congelarla para poder ser transmitida cuando se nos de la gana, evocando su momento de registro y lo que es mejor evocando su propio sentido de realidad y veracidad, en otras palabras encontramos la inmortalidad y "renovabilidad", pero ¿Qué pasó en el camino?, ¿por qué hoy ese cine no es igual? Ó mejor ¿Por qué tuvo que evolucionar ese lenguaje si ya parecía decirlo todo?

El montaje y la técnica

El cine en sus inicios no contenía un sentido narrativo como tal (en cierta forma todo el cine es narrativo) y se dedicaba a registrar hechos cotidianos para luego ser exhibidos en ferias de entretención, pero era de esperar que este uso comercial del invento se agotaría. Es aquí donde seguramente empresarios del espectáculo descubrieron la capacidad narrativa de esta "máquina" y lo relacionaron con la narración literaria, con esto se premiaría al cine con una nueva cualidad, la cualidad de cuenta-cuentos, para mi una artesanía y oficio muy importante, pero que a simple vista se aleja bastante de las artes a las que el cine quería aspirar.

El desarrollo narrativo norteamericano (Griffith) se basó en la adaptación literaria (aunque todos lo hicieron de ese modo) y para esto el montaje fue el caballo de batalla. Su estudio sobre la imagen fue hecho en base al montaje, inteligentemente se basó en las artes de tiempo anteriores, por ejemplo fue claro que para la narración el ritmo iba a ser determinante, esto en la música es claro, pero para ser aplicado en el cine la destrucción del espacio-tiempo y al final de "la realidad" es necesaria, la música es un arte sobre un tiempo metafórico, no real, el cine necesita del tiempo real. Por otro lado la escuela Rusa (si la relación política de su teoría no me lleva a confusiones) se dedica a contraponer las imágenes, a trabajar sobre el conflicto inherente en estas, claramente un fin mas cercano a la naturaleza del cine, claro está que este fin fue diluido por la máquina comercial y sus interpretaciones devoradoras, lo que hizo que esta teoría se convirtiera puramente en un elemento narrativo simple que termina siendo una utilidad para contar una historia por banal que esta sea y de la forma mas clara y precisa, sin dejar espacio para otras interpretaciones, dirigiendo así la mirada y el sentido en las imágenes. Por su condición de articulación siempre se remitirá al contenido de distintas imágenes, sonidos, textos, etc., pero esto no significa que este relegado al sentido de estas mismas (Kuleshov), lo mas interesante de esto es que devuelve al montaje la subjetividad del cine (y del arte en general), le hace recuperar la capacidad de interpretación.

En la actualidad cierto tipo de cine se mueve cada vez mas hacia la abolición de la edición, incluyendo los cambios de puntos de vista, de distancia focal, distancia de los personajes, a través de los planos secuencias, movimientos de cámara, de elementos dentro del plano y/o focales. Este nuevo aire del realismo, desde el cine moderno hasta ahora, desde Renoir, Welles ha sido parte de la discusión sobre lo inherente al cine, lo que no deja de causar impresión es que desde la teorización del montaje no se discutió mucho su real aporte y si es que de verdad es el "alma" del cine, en cambio las propuestas de rechazo al montaje son ampliamente discutidas y tienen sus fanáticos como sus inquisidores. Todo esto no significa abolir el montaje sino que respetar la realidad incluyendo el montaje de una forma mas analítica y no solo narrativa.

Para el desarrollo de un cine autentico el montaje debe ser entendido como la relación entre los planos, pero esta relación siempre debe revelar cierta cuota del contenido y mantener otra parte de este en el misterio casi absoluto.

El cine no solo muestra la realidad en su imagen sino que también en su tiempo, o sea en su duración… A esto puedo agregar que el montaje, como es entendido hasta ahora, muestra la realidad en su imagen, pero en su tiempo muestra al cine. En estos tiempo donde la virtualidad forma parte importante de los males del mundo no hagamos que del cine la virtualidad del tiempo, volvamos a ver la imagen de la realidad junto con su tiempo.

Felipe Azúa C.

No hay comentarios: